La Virtud de la Castidad y su Poder para Aliviar las Almas

no merecía sepultura en la Iglesia.

 


 un monje que vivió en muchos pecados, murió y lo sepultaron  en la Iglesia de san Siro y à media noche fueron oídas muchas voces, como que sacaban por fuerza à alguno de la Iglesia  Y levantándose los guardias de ella, vieron à dos demonios llevarlo atado de los pies arrastrando  y le dejaron en el muladar, porque no merecía sepultura en la Iglesia.

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