La Virtud de la Castidad y su Poder para Aliviar las Almas

entonces apareció Cristo ,y huyó el demonio,



 Santa Catalina de Siena se le apareció otra vez como un mancebo hermoso que la quería forzar y como ella lloro, le decía el demonio: Así has de estar todos los días de tu vida, ella respondió: Hágase la voluntad del Señor ,entonces apareció Cristo , huyó el demonio, y dijo le San Catalina: Dónde estabas Señor? 

Qué no me ayudabas y respondió: Como pudieras tu resistir al demonio, si no estuviera yo dentro de tu corazón. 

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