"El Gigante del Juicio y las Tinieblas del Norte"

¡ Oh , y qué bueno es Dios !



 La fe regularmente entra por el oído , como dice el Apóstol , es decir , por las instrucciones y predicación que se oye . Pero ¿ cómo oirán las gentes si no se predica ?

 dice el mismo Apóstol : ¿ cómo se predicará si no se envía predicadores ? añade : pero esto no es cierto , dice , pues Dios , sabio y benéfico provisor , ha enviado predicadores á toda las gente , y á la verdad sus palabras y doctrina se han hecho oir en todo el orbe , esta gracia providencial se ha derramado por toda la tierra . 

¡ Oh , y qué bueno es Dios ! Pondera , alma mia , que Dios nuestro Señor no solo ha enviado siempre entre la gente sabios y ungidos predicadores , sino que se dignó enviar su mismo Hijo en quien tenía sus complacencias mandándonos le oyésemos , y este Ungido del Señor ha edificado una Iglesia en la que por su virtud son elegidos , ( ungidos y enviados muchos miles de predicadores por el espíritu del mismo Señor para anunciar el Evangelio de paz á toda la tierra , á toda gente . 

 si lo miras bien , todos son dirigidos , amparados , y , podemos decir , venerados de la misma Vírgen , aunque en el cielo su trono esté . Por ella se hacen santos y santifican á los demás . Mira tú cómo imitas y te amparas de la Virgen para aprovecharle de esta gracia . ¡ Ay , Madre mia ! 

¡ Qué confusión para mí ! ... i Propósitos 

 1. No dejar pasar ocasión alguna de oir la divina palabra 

. 2. Pensar que aquel predicador que la dispensa es un enviado y ungido del Señor . 

3. Venerar á tales personas como muy dignas .

 4. Procurar que los demás las veneren y escuchen por amor á la Virgen

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