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EN LA EUCARISTIA LA PASCUA SE CONVIERTE EN SACRIFICIO MEMORIAL QUE AUNA TODOS LOS SACRIFICIOS DE ISRAEL Y LES DA PLENITUD. JESUS TOMA LA ACCION LITURGICA DE LA PASCUA DE ISRAEL ( QUE NO ESTA EN LAS ESCRITURAS, SINO EN LA TRADICION HEBREA) Y ESTABLECE LA TEOLOGIA FUNDAMENTAL DEL NUEVO PACTO, LA EUCARISTIA. SIN EL SACRIFICIO EUCARISTICO NO SE ENTIENDE LA REDENCION.
Notas: Los datos de donde esta tomada estas proximas reflexiones al final del temas
“Nuestro Salvador en la última cena… instituyó el sacrificio eucaristico…, con el que se perpetúa a lo largo de los siglos, hasta su retorno, el sacrificio de la cruz, confiando de este modo a su Esposa, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección” (5C 47) .
Se trata de un memorial objetivo y real, no de una nuda commemoratio como especí¬ficó el concilio de Trento contra Lutero.
La Iglesia, sin embargo, lo recuperó, porque se trata de una importante expresión usada por los evangelistas y J por el apóstol Pablo para indicar la naturaleza de la Cena del Señor El memorial expresa la realidad del. acontecimiento, la “actualización objetiva” y la presencia de lo que se conmemora.
No es que éste se repita, ya que el acontecimiento se puso históricamente una vez para siempre (ephápax); pero está presente. El acto de Cristo hace sentir su efecto hoy y aquí¬, comprometiendo al que hace memoria del mismo. El sacrificio de Cristo se realizó históricamente una sola vez: la eucaristí¬a es su memorial (en el sentido más pleno de la palabra), una presencia viva de gracia. La Iglesia, al celebrar este memorial, participa de la entrega sacrificial de Cristo. Los fieles se insertan en él; y con él y por él ofrecen su sacrificio al Padre.
Al bendecir el pan como el memorial de su cuerpo que estaba a punto de ser inmolado, y al bendecir el cáliz como la copa de la nueva alianza estipulada en su sangre, Jesús le dio a su muerte un significado sacrificial y dijo a los suyos que celebraran la cena como memorial de esta alianza hasta el final de los tiempos. Así¬ pues, es evidente el sentido que tiene el sacrificio de la cena. Pero lo que confiere a la cruz misma un carácter sacrificial es el hecho de que fue evocada en la comida ritual de la comunidad mesiánica como aquello que habrí¬a dado su substancia al sacrificio que tení¬a que constituirla definitivamente
En la tradición bí¬blica se conocen principalmente tres tipos de sacrificio: el holocausto, el sacrificio de comunión y el sacrificio expiatorio.
- El holocausto es el sacrificio en el que la ví¬ctima, un animal, es consumida totalmente por el fuego sobre el altar. Esto significa el carácter irrevocable del don total; y el humo que sube hacia el cielo indica la aceptación de la ofrenda sacrificial por parte de Dios.
- El sacrificio de comunión es aquel sacrificio de paz que se ofrece para restablecer la alianza; el animal no se quema por completo, sino que se divide en tres partes: una para Dios, otra para el sacerdote y otra para el oferente; la comida de comunión, durante la cual el fiel recibe su parte de la ví¬ctima ofrecida, sellaba la comunión de Dios con los suyos.
- En el sacrificio expiatorio se da una gran importancia a la sangre (que es como el alma de la ví¬ctima. su misma vida), con la que se hacen varias aspersiones. Estas diversas maneras de ofrecer sacrificios en el mundo hebreo ayudan a entender el sentido del sacrificio de Cristo.
El holocausto, por su carácter irrevocable de la inmolación, es sacrificio de comunión, pensando en el banquete de alianza inaugurada por la cena; y es finalmente expiación por los pecados, lo mismo que la sangre en los sacrificios antiguos (Lc 17 11). Pero el sacrificio de Jesús es singular, irreductible, trasciende todas las categorí¬as de los sacrificios antiguos, realiza la plenitud espiritual del holocausto, del sacrificio de comunión y del sacrificio de expiación.
La última cena es entonces necesaria para llegar a comprender mejor el sacrificio sobre el Calvario, en cuanto que es el anuncio profético de la muerte de Jesús, llevando a su cumplimiento los otros anuncios que marcaron el camino de Jesús hacia Jerusalén. Y es además el memorial más significativo, ya que se anuncia en él una muerte violenta, la del Siervo de Yahveh, la del cordero pascual sacrificado, cuya sangre se derrama lo mismo que el vino durante el banquete, y cuyo cuerpo se despedaza lo mismo que se parte el pan para ser comido. Es lo que realiza la Iglesia, como memorial del Señor y esperando su venida.
“Eis anámnesin se dice preferentemente con referencia a Dios; designa siempre y sin excepción un hacer valer algo ante Dios e implica una llamada a que Dios actúe”. El sacrificio de Cristo es hecho presente” en la cena, se basa sobre todo en el sentido bí¬blico de anamnesis y de katanguéllein de 1Co 11:24-26. Este último no habrí¬a que interpretarlo como un imperativo, como un mandato de predicar, sino que significarí¬a proclamar la muerte del Señor. “Aquel memorial… no es sólo un acto de retrospección histórica, una especie de jubileo o algo semejante, sino una genuina repraesentatio, en la que un acontecimiento de la historia entra ala vez todo en el presente y se convierte en sentido pleno y estricto en un acontecimiento actuar”’.
Haced esto en memoria mí¬a, " Haced esto en memoria mí¬a, toúto poieite eis ten emén anámnesin. El sentido profundo de la santa cena no puede comprenderse fuera del marco de la tradición litúrgica del AT”. Punto de partida de todas nuestras reflexiones es, por tanto, el AT. En el NT el término griego anámnesis figura sólo en contextos litúrgicos cultuales y precisamente en Luc 22:19; 1Co 11:24.25; Heb 10:3. “Al establecer su significado hay que tener presente el contenido veterotestamentario-judaico del campo semántico de la raí¬z zkr, en el sentido de una representación o reactualización del pasado que no se queda simplemente en pasado, sino que se hace eficazmente presente (cf el memorial pascual en Exo 12:14; Exo 13:3.8 y passim)”: Así¬ resume la opinión convergente de la investigación moderna H. Patsch..
Como demuestran las concordancias, formas de la raí¬z zkr aparecen en la biblia hebrea del AT unas doscientas treinta veces. “Un examen de los textos en que Dios aparece como sujeto de zkr permite reconocer que este verbo juega un papel esencial en la autorrevelación de Dios y dibuja un trazo fundamental en la representación veterotestamentaria de Dios” (H. Gross [vide bibl.], 227). Esta memoria de Dios no es un simple acordarse, “sino más bien un comportamiento de Dios que conduce a Dios mismo a intervenir de nuevo en la realidad histórica… y que por tanto pasa a la acción” (ib,228). De forma semejante, cuando el hombre es el sujeto de esta memoria no se trata de un simple acordarse. La memoria tiende siempre “a sacar las consecuencias del recuerdo, sea por lo que se refiere al cumplimiento de promesas hechas, sea por lo que se refiere a la conversión y al retorno a Dios” (ib, 231). Esto reviste particular importancia en aquellos pasajes en que zkr “expresa la obligación que tiene Israel de dedicarse a la memoria cultual, a la celebración cultual en general” (ib, 231). “La institución cultual de Dios, que para el hombre es un memorial, en el recuerdo de los hombres se convierte por así¬ decir en una perennización de la acción salví¬fica histórica realizada antaño por Dios, perennización que pone a disposición de los hombres la salvación siempre que celebran el memorial de aquella acción salví¬fica” (ib, 233). H. Gross dice como conclusión: “El contenido y la profundidad que el vocablo cultual zkr tiene en el AT, las disposiciones y la actitud que requiere del israelita creyente revisten una importancia en modo alguno despreciable para la comprensión del mandato dado por Cristo en Luc 22:19; 1Co 11:24s” (ib, 237)." . El sentido profundo de la santa Eucaristia no puede comprenderse fuera del marco de la tradición litúrgica del AT”. Punto de partida de todas nuestras reflexiones es, por tanto, el AT. En el NT el término griego anámnesis figura sólo en contextos litúrgicos cultuales y precisamente en Luc 22:19; 1Co 11:24.25; Heb 10:3. “Al establecer su significado hay que tener presente el contenido veterotestamentario-judaico del campo semántico de la raí¬z zkr, en el sentido de una representación o reactualización del pasado que no se queda simplemente en pasado, sino que se hace eficazmente presente
Como demuestran las concordancias, formas de la raí¬z zkr aparecen en la biblia hebrea del AT unas doscientas treinta veces. “Un examen de los textos en que Dios aparece como sujeto de zkr permite reconocer que este verbo juega un papel esencial en la autorrevelación de Dios y dibuja un trazo fundamental en la representación veterotestamentaria de Dios” (H. Gross [vide bibl.], 227). Esta memoria de Dios no es un simple acordarse, “sino más bien un comportamiento de Dios que conduce a Dios mismo a intervenir de nuevo en la realidad histórica… y que por tanto pasa a la acción” (ib,228). De forma semejante, cuando el hombre es el sujeto de esta memoria no se trata de un simple acordarse. La memoria tiende siempre “a sacar las consecuencias del recuerdo, sea por lo que se refiere al cumplimiento de promesas hechas, sea por lo que se refiere a la conversión y al retorno a Dios” (ib, 231). Esto reviste particular importancia en aquellos pasajes en que zkr “expresa la obligación que tiene Israel de dedicarse a la memoria cultual, a la celebración cultual en general” (ib, 231). “La institución cultual de Dios, que para el hombre es un memorial, en el recuerdo de los hombres se convierte por así¬ decir en una perennización de la acción salví¬fica histórica realizada antaño por Dios, perennización que pone a disposición de los hombres la salvación siempre que celebran el memorial de aquella acción salví¬fica” El contenido y la profundidad que el vocablo cultual zkr tiene en el AT, las disposiciones y la actitud que requiere del israelita creyente revisten una importancia en modo alguno despreciable para la comprensión del mandato dado por Cristo en Luc 22:19; 1Co 11:24s” (ib, 237).
Este memorial real es al mismo tiempo un memorial en acciones y en palabras. El memorial en palabras”hay que pensarlo de modo semejante a la haggadha pascual judí¬a; pero con más probabilidad hay que pensar sobre todo en un memorial de la muerte del Señor realizado en el marco de la plegaria eucarí¬stica. Ya las fórmulas hebreas de las oraciones recitadas alrededor de la mesa, que en cuanto a la sustancia se remontan al tiempo de Jesús, son en su núcleo anamnesis de las acciones salví¬ficas realizadas por Dios en la creación y en la redención”
PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995
Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico
Padre R. Gerardi
PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico
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