los hombres deben amar a sus esposas, así como a sus propios cuerpos

Si no aborreces a tu cuerpo aunque enferme, ni a tus manos aunque estén heridas, ni a tus pies aunque sean malos, tampoco has de aborrecer a tu mujer por su condición, aunque sea mala, por ser tu carne, tus pies y tus manos. Y los hombres deben amar a sus esposas, así como a sus propios cuerpos. (Efesios 5). 

por el hecho de que su condición sea mala, debes apreciarla. Cuando se le preguntó a Sócrates por qué no repudiaba a su mujer, siendo tan provocadora, respondió que no quería deshacerse de un instrumento que le ejercitaba la paciencia. Esto lo dijo alguien que siendo pagano no conocía el mérito ni el premio de esta virtud. ¿Qué debe hacer y padecer el cristiano, que conoce sus quilates? 

 el matrimonio fue un trato de compañía, en el que te obligaste a la pérdida y a la ganancia; y recibiendo el beneficio de la mujer con las pensiones que traía, es contra toda justicia disfrutar lo favorable y eximirte de lo adverso."

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