"El Gigante del Juicio y las Tinieblas del Norte"

tanto valieron sus oraciones y caridad, que se arrepintió pidiendo perdón por su locura.

 


"Dijo un fiel seguidor a Esteban, fundador de la orden de Estefano Grandino: 

"no quiero, padre, que ruegues a Dios por mí, porque amo mis pecados, y así no quiero tus oraciones', y con esto se fue muy alegre. Pero Esteban se sintió muy triste y dijo a sus hermanos: 'Oremos al Señor por la locura de este hombre'. Y tanto valieron sus oraciones y caridad, que se arrepintió pidiendo perdón por su locura.


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