Te falta el refugio de la Oración?

. El Divino Maestro con su ejemplo nos enseña esta Doctrina, pues en el Huerto hizo tres veces Oración.

Y aún alargó más el tiempo, orando muy de espacio. ¿Por qué entonces le entrega Mateo una tan dilatada Oración? Es que la carne rehusaba el padecer.

¿Y tú en cada paso no sientes muchas repugnancias para huir de los vicios y ejercitar las virtudes? 

¿No te sientes muy inclinado y propenso a las cosas del mundo y a sus deleites, donde el demonio tiene ocultos sus lazos para cogerte? Sí. ¿Y te ocupas mucho de espacio en la Oración, para librarte? 

No, sino que ciegamente entras en ellos. Pues atiende al Salvador, que fue al desierto donde estuvo cuarenta días con sus noches. ¿Y se fue allí solo para divertirse?

  Que estos cuarenta días los empleó en oración, donde se preparaba para las tentaciones con las que el demonio en el desierto le iba a acometer; y esto lo hizo no por necesitar de este medio, sino para enseñarnos que para vencer las tentaciones, hemos de acudir al remedio de la Oración. 

Pues si el Hijo de Dios fiel, para tu enseñanza, para vencer tres tentaciones, se retira a la Oración de cuarenta días con sus noches en un desierto.