Ordeno a una serpiente atrapar un ladrón y lo hizo

 

Félix, apodado el Cojo, fue fue prior de un monasterio en Fondi,  ha contado muchas cosas admirables sobre los hermanos de ese monasterio. Dónde había un monje de extraordinaria virtud, un jardinero. Sin embargo, a menudo venía un ladrón, saltaba la cerca y robaba verduras en secreto. Entonces, el monje plantó muchas cosas en lugares ocultos, pero veía siempre unas pisoteadas y otras saqueadas. 

Así que recorrió todo el jardín y finalmente encontró el lugar por donde solía entrar el ladrón. Mientras continuaba caminando por el jardín, también encontró una serpiente, a la que ordenó en tono autoritario: "¡Sígueme!" Cuando llegó al sendero que guardes esta entrada y no dejes entrar más al ladrón." Inmediatamente, el animal se colocó a lo largo del sendero, y el monje regresó a su celda. Luego, al mediodía, cuando todos los hermanos descansaban, el ladrón volvió como de costumbre y saltó la cerca. 

Pero al poner el pie en el jardín, vio de repente a la serpiente bloqueándole el camino, y asustado, retrocedió. Su pie quedó atrapado con el zapato en un poste de la cerca, y así quedó colgando cabeza abajo.

 A la hora habitual, el jardinero llegó y encontró al ladrón colgado en la cerca. Le habló a la serpiente: "Gracias a Dios, has cumplido mi orden, ahora retírate." Y de inmediato, la serpiente se retiró. Dirigiéndose al ladrón, le dijo: "¿Qué te pasa, hermano mío? Mira, Dios te ha entregado a mí. ¿Cómo te atreves a robar tan a menudo el trabajo de los monjes?" Con estas palabras, desenganchó su pie de la cerca, dejándolo bajar sin heridas. Le ordenó que lo siguiera y lo condujo a la salida del jardín, donde con gran amabilidad le dio las verduras que había intentado robar. "Vete", le dijo, "y no vuelvas a robar, sino que si necesitas algo, ven a mí y te lo daré con gusto, en lugar de tomarlo de manera pecaminosa." Así lo hizo el ladrón se convirtió al católicismo muy arrepentido.para gloria de Dios y la fé del monje.