- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Un monje dijo al Abad Teodosio: "Me siento flojo". Respondió el Abad: "Eso es señal de que no sabes qué es la gloria ni el infierno, porque si lo supieras, aunque tu celda estuviera llena de alacranes, no saldrías de ella. Pluguiera a Dios que hubiera tanta diligencia en amar y servir a Dios como la hay en servir a nuestros deseos. Dios está en todas partes y ampara a los diligentes que pelean; Él nos quiere curar, y nosotros huimos de Él y seguimos a Faraón, gran tirano, que pone gran yugo y trabajo sobre los que desean y procuran alcanzar sus vanos deleites".
Fray Gil decía: "El perezoso pierde la vida presente y futura, y bienaventurado el que gasta su tiempo y fuerzas en servir a Dios. Decidme, si os diesen una fuente que corriera aceite o vino por un día en vuestra casa, ¿gastaríais en jugar o en buscar vasijas para enriqueceros? Así nos da Dios la vida presente para merecer la venidera, y nosotros la gastamos en vanidades".
Otro monje dijo a otro viejo: "Ya soy flaco y mis pensamientos me vencen". Respondió el viejo: "No hables tú con tus pensamientos, sino levántate, lee o haz otra cosa, o canta salmos. Y como la madre pone acíbar en sus pechos para destetar al hijo, así tú acuérdate del infierno y el juicio".
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Comentarios
Publicar un comentario