"El Gigante del Juicio y las Tinieblas del Norte"

Relatos de Fray Rufino, Fray Junípero

 


fray Rufino, y dijo: "Cuando yo tengo algunas tentaciones, me echo en el suelo, y allí lloro y oro a Dios hasta que me sana; y después levántome." El tercero era fray Junípero, y dijo: "Cuando yo siento entrar a esta ruin gente por los arrabales de los sentidos, corro y me meto dentro de la ciudad, y convoco a toda la gente de Dios. Y cerradas las puertas, las atranco bien; y cuando llaman a la puerta, les digo: 'Ya la puerta está cerrada, no podéis entrar acá.'" Entonces dijo fray Gil, que era el cuarto: "Yo me atengo a fray Junípero, porque este demonio que tienta a los hombres de este vicio es uno de los atrevidos soldados de todos los del infierno. Así que es más seguro huirle que aguantarle; y tiene esta propiedad: que hace a todos sus servidores ser como escarabajos, que siempre andan entre inmundicias.

 


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