La Boda de los Ángeles caídos

Lucha contra tu carne y ganarás el cielo

 


Casiano refiere de Panufio, que, asiendo un día un tizón, se quemó un dedo, y dijo: "¿Cómo, la lumbre me quema?". Y a la noche, entre sueños, oyó una voz que le dijo: "No has apagado tú la concupiscencia, ¿cómo te ha de dejar de quemar el fuego?". Y como pensase sobre esto, oyó otra voz que le dijo: "Cuando vos tengáis tanta pureza, que estando acostado con una doncella hermosa, y teniéndola en brazos, no sentirás malos deseos, entonces no os quemará la lumbre". Y respondió Panufio: "Más quiero pelear con los demonios, que con tal virgen".

Comentarios