«Nada provoca tanto la ira de Dios como el dividir su Iglesia

 

San Juan Crisóstomo se expresa así: «Nada provoca tanto la ira de Dios como el dividir su Iglesia. Aun cuando hubiéramos hecho innumerables bienes, no por eso dejaríamos de perecer por haber roto la comunión de la Iglesia y desgarrado el cuerpo de Jesucristo . 

San Agustín a cada paso: el sacrilegio del cisma, el sacrilegio cruelísimo, el sacrilegio del cisma que sobrepuja todos los delitos. «El que en este mundo separa a un hombre y le atrae a un partido cualquiera, queda convicto de ser hijo de los demonios y homicida.» «Los donatistas, dice también, curan a los que bautizan, de la plaga de la idolatría; pero hiriéndolos con la plaga más fatal del cisma. Los idólatras han sido segados alguna vez por la espada del Señor; pero a los cismáticos los tragó la tierra vivos en su seno .

«Bien puede el cismático derramar su sangre; pero nunca alcanzará la corona. Fuera de la Iglesia y después de haber roto los vínculos de caridad y unidad ya no tenéis que esperar más que un castigo eterno, aun cuando entregarais vuestro cuerpo a las llamas por el nombre de Jesucristo .