para socorro de las benditas ánimas


el Reverendo Padre Baltasar Álvarez,  para llegar a la ciudad de Burgos, no sabía qué camino tomar. En eso se le apareció un joven hermoso, vestido de blanco, el cual era el alma de un difunto, que guiándole por caminos no transitados, le puso a las puertas de la ciudad.al final le confeso el joven que era un alma que necesitaba sufragios y que por favor lo tomara en cuenta cuando rezara por los difuntos,el sacerdote así lo hizo y vio el joven resplandeciente subiendo al cielo con una corona .

Estos y otros beneficios reciben los caminantes que llevan por guías a las ánimas. Cuando ofrecemos misas por los difuntos y oramos para que vean el rostro de Díos.

 

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