quien se examina cada día, aprende a descubrir las raíces internas y profundas de sus pecados

 


Sabías que quien se examina cada día, aprende a descubrir las raíces internas y profundas de sus pecados.?

 Ve cuáles son los defectos en que cae más ordinariamente, repara en las ocasiones exteriores del cómo, dónde, cuándo y con quién pecó, y así puede más fácilmente extirpar los defectos, se confiesa con más distinción, integridad y dolor, y logra vivir siempre en gracia o recobrarla pronto. ¿Y cuántos que fueran tizones del infierno, serán por este examen astros del cielo? ¿Cuántos, muriendo de repente, se salvaron, que de no haberse examinado y arrepentido antes de acostarse amanecieran condenados? Haz pues, amado cristiano, el examen de conciencia cada día. La práctica puede ser la siguiente, y es la que tanto recomienda San Ignacio de Loyola:


1. Da gracias por los beneficios recibidos, así generales como particulares.

2. Pídele gracia para conocer los pecados y detestarlos de veras.

3. Haz un fiel escrutinio de todo el día, examinándote de todo lo que hayas cometido por pensamiento, palabra y obra.

4. Pide perdón a Dios por todas esas ofensas.

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