Si no nos abstenemos de vanos pensamientos, no podremos guardar el corazón

 

 un monje dijo: "Si no nos abstenemos de vanos pensamientos, no podremos guardar el corazón, porque por ellos entra el demonio a vivir en nosotros y nos hace guerra. Por tanto, si fuéremos sabios, le cerraremos esta entrada que tiene en nosotros. Pero si fuéremos locos, nos ocupará, y poco a poco irá echando a Dios, y de tal manera nos ocupará, que no podamos después entrar dentro de nuestro corazón. Bienaventurados los limpios de corazón, porque en los tales habitará Dios, y él entrará dentro de sí, habitará donde Dios vive, y allí verá a Dios y gozará de sus riquezas." Esto dijo este monje.

Dijo un viejo a otro: "Ya yo estoy muerto". Y respondió el otro: "Si tú estás muerto, no lo está el demonio, que rodea tu cuerpo y alma, para ver por dónde te entrará. Por tanto, teme y trabaja hasta morir, porque todavía puedes caer".