"La Gota Maldita: El Tormento Eterno que Marcó al Fraile"

El Castigo de la Lengua: La Trágica Consecuencia de las Injurias"

 


En Francia, un caballero colérico dijo delante de otra gente a su mujer embarazada muchas injurias, y entre otras, que algún demonio vivo llevaba sin duda en sus entrañas. Fue afligidísima y colérica a su casa la triste señora, viéndose tan ultrajada, y luego, en medio de recios dolores, malparió un horrible monstruo. Porque al pecho y brazos de hombre estaba unido un fiero dragón, que desmayaba con su vista. Avisado el marido, acudió a su casa, pero así como entró en el aposento, el monstruo, dando pavorosos silbidos, lo acometió, ciñendo dolorosamente sus brazos con su cola, y con su venenosa boca, a heridas y mordiscos, le quitó la vida, y la misma mujer murió de espanto. Para que escarmientes, refrenes tu lengua, sufras las ajenas, y hagas de su veneno y de sus filos los méritos de tu corona, practicando y entendiendo bien la verdad de lo que nos enseñó nuestro celestial Maestro, cuando por San Mateo dijo: 'Bienaventurados gloriosamente seréis, aun en esta vida, cuando los hombres os persigan y maldigan con sus lenguas, diciendo todos "Los males que podéis más sentir de vosotros y contra vosotros, desmintiendo vuestra virtud su malicia, sólo por mi amor y respeto, alegraos y regocijaos, porque vuestro premio y corona será copiosísimo en el Cielo. 

 Amemos lo eterno, pues este es el fin para el que fuimos creados. Tengamos las miserias, fatigas y combates más sentidos de esta vida por felices, pues pueden fabricarnos el cetro y la corona celestial. 

Sepamos que los mismos monstruos de dificultades que venceremos animosos nos servirán de estrellas en nuestra diadema, como hemos visto en los signos pasados y pudiéramos ver en los que quedan. Sería fácil aplicarlos a lo mismo, si no nos llamara ya el explicar la gloria que espera a los sentidos y a nuestros mismos cuerpos."

Comentarios