"El Gigante del Juicio y las Tinieblas del Norte"

¿Por qué temes, alma mía, salir de este cuerpo y dejar atrás los trapos en los que sirves a Cristo?'



Al fallecer el santo Hilario Abad, que no temió a la muerte, pues habiendo servido a Dios con tanta virtud durante setenta años, al momento de morir no temió partir de este mundo. Tuvo la necesidad de exhortarse a sí mismo, diciendo: 

¿Por qué temes, alma mía, salir de este cuerpo y dejar atrás los trapos en los que sirves a Cristo?' Y el santo Arsenio comenzó a orar en ese momento, y los monjes le preguntaron: 

¿Y tú, padre, ahora temes qué haremos nosotros?' Él respondió: No es algo nuevo para mí, hijos, temer, porque este temor me ha acompañado toda mi vida.


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